Los amantes del turismo activo tienen una cita ineludible en Rioja Alavesa. ¿Te imaginas poder pasear por un entorno único, en donde las montañas parecen guarecerte mientras caminas por un mar de viñedos infinito? Pues eso es lo que hizo San Ignacio de Loyola en su peregrinación rumbo a Manresa, y a día de hoy puedes seguir sus pasos.
Una de las rutas de peregrinaje más espectaculares del mundo pasa por nuestras tierras, por Rioja Alavesa, paseando por los pueblos, como Kripan o Laguardia, que llevan allí desde mucho antes de 1522, año en el que el santo decidió iniciar su peregrinaje.
Gracias al Camino Ignaciano, puedes descubrir rincones únicos de la comarca. No solo sus espectaculares viñedos, sino también restos arqueológicos, como el dolmen de la Chabola de la Hechicera, o espacios naturales singulares, como el complejo lagunar de Laguardia, considerada Biotopo Protegido, o asomarse al mundo desde el Balcón del Ebro, en Lapuebla de Labarca.
Estos son solo algunas de las estampas que te encontrarás durante las etapas del Camino Ignaciano que discurren por Rioja Alavesa, un camino que todo amante de la naturaleza debe recorrer, al menos, una vez en la vida.
Pero, al pasar por Rioja Alavesa, es inevitable detenerse en el camino para disfrutar de sus múltiples encantos y oportunidades. Al llegar a Laguardia, es imprescindible hacer un alto para recuperar fuerzas. Por ello, el plan ‘Comida en viñedo’ puede ser una oportunidad única para degustar la mejor gastronomía en un entorno único. Si lo que deseas es conocer los secretos de los vinos de la región, te proponemos ‘Villa-Lucía con los 5 sentidos’, donde te maravillarás con lo que esconde el mar de viñedos que has recorrido. Para finalizar el día, nada mejor que relajar los músculos con ‘Circuito hidrotermal’, y con ‘Tu estancia en Laguardia’ podrás descansar plácidamente para continuar con el peregrinaje al día siguiente.
Puedes disfrutar de estas y otras muchas experiencias en nuestra web visitriojaalavesa.com