La Cripta Gaudí de la Colònia Güell ha ganado el primer premio en la categoría de mejor Patrimonio Cultural a nivel europeo en los premios 'Destino de Turismo Cultural Sostenible 2018'. La resolución del certamen, convocado por La Red Europea de Turismo Cultural (ECTN) se dio a conocer en Pafos, Chipre. A la ceremonia asistieron representantes de los destinos y recursos finalistas y se destacó el importante papel que juega el turismo cultural a la hora de mejorar la competitividad y sostenibilidad de los destinos de los países miembros.
El objetivo de los premios del ECTN es mejorar la visibilidad de los destinos de turismo cultural, así como crear una red compartida de conocimientos y experiencias entre los mismos. Por eso, este año buscan hacer una contribución especial a las diez Iniciativas Europeas fijadas con motivo del Año Europeo del Patrimonio Cultural 2018, en especial a la referente a ‘Turismo y patrimonio: promover el turismo cultural sostenible y responsable’.
El turismo cultural cada vez tiene más importancia en Europa, un hecho que se traduce en una mayor sostenibilidad y competitividad de esta categoría de turismo en los países miembros, y que ayuda a mejorar su protección, a promover el aumento del PIB local y un efecto multiplicador positivo en el desarrollo del destino, y a fomentar la promoción del patrimonio y de las tradiciones locales.
Los premios a mejor Destino de Turismo Cultural Sostenible como contribución al Año Europeo del Patrimonio Cultural en 2018 han sido organizados por la ECTN en colaboración con Europa Nostra y la European Travel Commission, con el apoyo de NECSTouR.
La Cripta Gaudí
La Cripta Gaudí forma parte de la Colònia Güell, un complejo industrial del siglo XIX reconocida como Bien de Interés Cultural. Su propietario, Eusebi Güell, encargó a Antoni Gaudí diseñar una iglesia para sus habitantes, proyecto que el arquitecto usaría como laboratorio para desarrollar y aplicar todas sus innovaciones arquitectónicas. En 2005 fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y fue el primer monumento con este reconocimiento en obtener la Certificación Biosphere por la gestión sostenible de sus servicios en el año 2013.
En el año 1973 se dio por terminada la actividad industrial en la Colònia Güell, y la Cripta Gaudí pasó a ser propiedad del Consorci de la Colònia Güell. En el año 2011 el Consorci concesionó la gestión de visitantes a la Cripta a la empresa Advanced Leisure Services (ALS) con el objetivo de poner en valor turístico tanto la Cripta Gaudí como la Colònia Güell, hasta ese momento poco conocidos para los residentes, visitantes, operadores e intermediarios turísticos. Desde entonces, el número de visitantes y los ingresos han crecido de forma significativa, y ambas forman parte hoy de los atractivos relevantes y con potencial del Destino Barcelona.