Treinta años después de la adopción de la Primera Carta Mundial del Turismo Sostenible en Lanzarote, su mensaje sigue siendo más necesario que nunca. Esta conmemoración nos invita a reflexionar sobre los avances y desafíos del turismo sostenible, así como a renovar el compromiso global con un modelo más justo, regenerador y alineado con los Objetivos de Desarrollo Sostenible. El 2 de julio de 2025, Lanzarote volverá a ser el epicentro de este movimiento con la revisión de esta carta.
Hace exactamente tres décadas, en abril de 1995, el mundo del turismo dio un paso trascendental desde la isla de Lanzarote. Allí se reunieron representantes de gobiernos, organizaciones internacionales, expertos académicos y actores del sector para adoptar la Primera Carta Mundial del Turismo Sostenible, un documento pionero que hoy, 30 años después, sigue siendo tan vigente como necesario.
En Biosphere queremos conmemorar este aniversario no solo como un hito histórico, sino como una oportunidad para reflexionar sobre el camino recorrido, los desafíos que aún persisten y la esperanza de un turismo verdaderamente regenerador y justo para todos. Además, avanzamos que el próximo 2 de julio, treinta años más tarde, la isla volverá a ser escenario de su tercera revisión internacional.
La Carta de 1995 fue el resultado de la Conferencia Mundial de Turismo Sostenible, celebrada en Lanzarote bajo el auspicio de la UNESCO y con el respaldo de la Organización Mundial del Turismo (OMT). Esta declaración recogía 18 principios fundamentales para orientar el desarrollo del turismo desde una lógica de sostenibilidad, integrando criterios ambientales, culturales, sociales y económicos.
Inspirada en la Declaración de Río de 1992, la Carta reconocía el enorme potencial del turismo como motor de desarrollo, pero también advertía sobre los riesgos de su crecimiento desordenado. La conservación del medioambiente, el respeto por las culturas locales y el reparto equitativo de beneficios se consolidaban así como pilares ineludibles para el futuro del sector.
Treinta años después, el turismo ha cambiado, y mucho. Ha pasado de ser un lujo accesible para pocos a convertirse en una de las actividades más globalizadas y democratizadas del planeta. Pero con esa expansión, también ha crecido su huella ecológica, su impacto sobre las comunidades locales y su papel dentro de los debates sobre sostenibilidad.
Gracias a instrumentos como la certificación Biosphere, hoy existen herramientas claras y verificables que permiten a destinos y empresas no solo medir su impacto, sino también transformar sus modelos en línea con los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de Naciones Unidas.
Sin embargo, los avances siguen siendo desiguales, y el reto de convertir la sostenibilidad en el nuevo estándar global —no una excepción— sigue vigente.
En 2015, en el marco del 20.º aniversario de la primera Carta, se celebró la Conferencia Mundial de Turismo Sostenible +20, dando lugar a la Segunda Carta Mundial del Turismo Sostenible. En ella se reafirmaron los principios fundacionales y se incorporaron nuevas prioridades como:
Esta evolución demuestra que la sostenibilidad no es un destino, sino un proceso continuo que requiere adaptación, compromiso colectivo y visión a largo plazo.
En un contexto global marcado por crisis climáticas, tensiones geopolíticas y transformaciones sociales profundas, volver a los principios fundacionales del turismo sostenible no es mirar al pasado, sino afianzar el futuro.
La Carta de 1995 nos sigue recordando algo esencial: “El desarrollo turístico debe ser ecológicamente soportable, económicamente viable y socialmente justo”.
Es decir, no hay turismo sostenible sin justicia social, ni progreso económico que valga si agota los recursos de los que depende.
Desde el Instituto de Turismo Responsable (ITR), entidad que impulsó esta Carta desde sus inicios, y a través del sistema de certificación Biosphere, trabajamos cada día para que los principios de la Carta se traduzcan en acciones concretas y verificables.
Hoy, miles de empresas y destinos en más de 70 países ya forman parte de la Comunidad Biosphere, una red global que promueve el aprendizaje mutuo, la mejora continua y la visibilidad de buenas prácticas alineadas con los ODS.
Nuestro compromiso no es solo técnico o metodológico: es ético, social y cultural. Porque cada acción, cada decisión y cada paso hacia un modelo turístico más sostenible suma al gran objetivo común.
Este 30º aniversario no es solo una celebración, es un llamado a la acción.
El turismo sostenible no es una utopía. Es una necesidad. Pero también una oportunidad inmensa para reimaginar cómo nos relacionamos con el mundo, con los otros y con nosotros mismos.
Lanzarote fue solo el punto de partida. Hoy, el reto es global. Por eso volvemos a darnos cita nuevamente, treinta años más tarde, en la Conferencia Mundial de Turismo Sostenible 2025, para definir una nueva versión actualizada de esta Carta, con nuevos retos y objetivos, la + 30 Carta Mundial de Turismo Sostenible.
La cita será el 2 de julio de 2025 en la isla de Lanzarote, en las Islas Canarias, España. Un evento de carácter internacional que tendrá lugar en el marco incomparable de los Jameos del Agua.
A 30 años de la Primera Carta Mundial del Turismo Sostenible, renovamos desde Biosphere nuestro compromiso con un turismo que protege, transforma y conecta, y que, sin dejar a nadie atrás, nos inspire a seguir avanzando con esperanza.
Porque no hay turismo sostenible sin sostenibilidad de vida. Y eso, es responsabilidad de todos.
*Foto: De izquierda a derecha, César Manrique, Cipriano Marín, Tomás de Azcárate y Bang, en un encuentro celebrado años antes de confirmarse la celebración de la Primera Conferencia Mundial de Turismo Sostenible en la isla de Lanzarote.