Gijón es una ciudad totalmente conectada con el mar, con unos orígenes de puerto pesquero que se remontan a cientos de años atrás.

Ante la innegable unión entre la ciudad de Gijón y el mar, no es de extrañar que su turismo costero sea un eje importante de los proyectos turísticos del destino. Por ello, entre las líneas de actuación contempladas por el destino en su Plan de Sostenibilidad Turística, se recoge la reparación de la fachada costera y de las zonas degradadas más importantes de la ciudad, ubicadas principalmente en el centro histórico.

Concretamente, la intención de enfocar este plan en la remodelación del turismo de costa para que sea más sostenible es convertir toda la zona que abraza el mar en una atracción turística, provocando un aumento de los visitantes en temporadas menos demandadas, aprovechando así el denominado efecto de desestacionalización que se lograría con la creación de esta nueva atracción.

Este proyecto ya ha sido galardonado con el Premio Excelencias Turísticas del Grupo Excelencias y por supuesto está totalmente enmarcado en el trabajo que el destino lleva desarrollando en materia de sostenibilidad desde 2013 de la mano del Instituto de Turismo Responsable, como parte de su proceso de reconocimiento Biosphere Destination. 

Proyecto Gijón - turismo azul

La ciudad de Gijón se ha transformado, creando toda una estrategia para la propia ciudad, no sólo para el turismo, sino para todo lo que incluye la economía azul. La idea de este proyecto es generar un producto turístico vinculado a la historia naval y de defensa del destino, aprovechando la participación no sólo de pequeñas empresas y startups relacionadas con el mar, sino también la reconversión de espacios muy degradados en el casco histórico en los que se hace patente la historia y cultura del mar en la ciudad. Así, este nuevo atractivo turístico podrá permitir captar más visitantes durante otras épocas del año, al ser un producto totalmente desestacionalizado, y contribuir así a que la ciudadanía pueda conocer esos espacios que están en desuso desde hace décadas.

En palabras de Daniel Martínez, director de Turismo de Gijón, "no queremos una ciudad masificada, en la que no se pueda caminar por las calles, sino que la gente venga a disfrutar de nuestra ciudad en todos sus ámbitos, como si fuera un ciudadano más. Que Gijón no pierda el alma, su propia identidad, que es la que la hace tan singular".

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