Con más de 15 años de experiencia, Viventura es un tour operador de turismo sostenible referente a nivel mundial, siendo su misión la de “fortalecer la filosofía de responsabilidad” entre los turistas, señala Benno Schmidt, responsable de Marketing y RSC.
Líderes en Alemania, Schmidt reconoce que “cada vez hay más competencia, pero me alegra” porque ayuda a Viventura a mejorar y exigirse cada vez más para ofrecer un producto diferenciado y de calidad que los clientes valoren: experiencias únicas en las que los turistas se sumergen en la cultura local del destino, relacionándose con sus habitantes y participando en sus costumbres.
Viventura cuenta con un equipo de profesionales que aúna sus conocimientos desde distintas partes del mundo como Alemania, Estados Unidos, Bolivia, Argentina o Francia, siendo esta red de personas trabajando de forma interrelacionada lo que les posibilita adoptar un enfoque hacia el cliente y sus necesidades: atención personalizada con grupos reducidos (máximo 15 personas), transparencia, respetuosos con el medio ambiente,… Para ellos es “mejor 100 viajeros con viajes muy responsables que 2000 viajeros menos sostenibles”.
Y, ¿cómo viajar de forma sostenible? Viventura lo tiene claro: “reciclamos todos los residuos que hay en nuestros viajes, utilizamos energía verde en todas nuestras oficinas, cuando es posible compramos equipos de alta eficiencia, compensamos la huella de carbono de empleados y empresa…” Asimismo, le proporcionan a los tour guides formación en materia de responsabilidad ecológica para saber cómo comportarse con los animales o cómo tratar con residuos y, se aseguran de que sus partners tengan un comportamiento ético y respetuoso con el medio ambiente, algo que no les resulta difícil de conseguir teniendo en cuenta que sus acuerdos con Viventura comenzaron hace bastante tiempo y “ya saben lo que quiere la empresa” explica Schmidt.
Pero “no se trata sólo de turismo rural o ecológico”, la empresa tiene una visión que incluye, además de la preocupación por el medioambiente y la satisfacción del cliente, aspectos como el bienestar de la sociedad o el desarrollo económico de las comunidades. Así, Viventura organiza estancias en casas de familias locales, estableciendo un sistema de rotación para que no siempre sea la misma la beneficiada por el impacto económico, y no trabaja con empresas que tengan su sede fuera del país donde se configura la experiencia, ni con hoteles de 5 estrellas que no sean locales. En palabras de Benno Schmidt, es importante “no dar demasiado poder a empresas internacionales” para poder “controlar los incomings de los tour operadores locales”, fomentando acuerdos a largo plazo que permitan que los contratos de los empleados también tengan mayor duración.
Este comportamiento ético es el que permite a Viventura posicionarse como un nexo de unión entre visitantes y locales, controlando que las empresas internacionales no monopolicen el mercado ni destruyan la economía local sin reportar beneficios para sus habitantes, a la vez que aportan un valor añadido a sus clientes porque, para ellos “lo más sostenible desde un punto de vista de negocio es ofrecer un producto de calidad”.
Visozial
Viventura se involucra y apoya aún más a las comunidades locales a través de la fundación Visozial, cuyo objetivo es mejorar las condiciones de vida de los habitantes de Sudamérica, al proporcionarles oportunidades para poder desarrollarse y disfrutar de un futuro sostenible. En concreto, por cada viaje contratado Viventura destina 30 dólares a Visozial, ayudando en proyectos como la reforestación o en programas de educación a niños y adultos
